CALIBRACIÓN DE MICROPIPETAS


CRITERIOS DE ACEPTACIÓN DE MICROPIPETAS
El error máximo de medida de volumen permitido (EMP); o imprecisión; en el laboratorio clínico depende sustancialmente del objeto de la medición. De forma general pueden establecerse las siguientes categorías:
Ø A: Mediciones de volumen que pueden afectar al valor de una magnitud de un patrón/calibrador o relacionadas con un proceso de calibración. Por ejemplo, en la reconstitución de un calibrador liofilizado.
Ø B: Mediciones de volumen que pueden afectar al valor de una magnitud de un material de control o relacionadas con procesos de control/verificación. Por ejemplo, en la reconstitución de un control liofilizado.
Ø  C: Mediciones de volumen que pueden afectar el valor de una magnitud de una muestra. Por ejemplo, en procedimientos de medida manuales o dilución de una muestra para su reproceso.
Ø   D: Otras mediciones de volumen. Por ejemplo, en la preparación de disoluciones de reactivos.

Teniendo en cuenta el estado actual de la tecnología de los instrumentos para la dispensación de volumen utilizables en los laboratorios clínicos, se recomiendan los requisitos para el error máximo permitido de las mediciones de volumen que se muestran en la siguiente tabla. Estos valores deben considerarse como una aproximación razonable y aplicable a muchas situaciones del laboratorio clínico. No obstante, determinadas circunstancias pueden exigir requisitos más o menos estrictos que los aquí recomendados.

Categoría
EMP (%)
A
1
B
2
C
3
D
5

Para cada pipeta del laboratorio deben establecerse las medidas que con dicho instrumento se efectúan y asignarle como error máximo permitido el más estricto de las categorías de medida que se realizan con el mismo. El error máximo permitido por ciento (imprecisión) se utilizará como criterio de aceptación de las calibraciones.

FRECUENCIA DE CALIBRACIÓN
Se recomienda calibrar las pipetas cada 3 meses. Ello debe considerarse como una aproximación, pudiendo variar; entre 3 y 24 meses; en función de la frecuencia y naturaleza del uso de la pipeta.
También deberían calibrarse siempre que exista alguna sospecha de funcionamiento incorrecto o de haber sido sometidas a algún trato inadecuado u otra situación que pueda comprometer su funcionamiento.

APLICACIONES
El proceso de calibración de las pipetas permite obtener evidencia objetiva de que, cuando se utiliza el instrumento para efectuar dispensaciones de volumen, no se cometen errores inadmisibles, esto es, superiores al error máximo permitido.
Es posible que, en el caso de las pipetas de volumen variable, se obtengan resultados insatisfactorios en alguno de los puntos de calibración (por ejemplo en el volumen de valor más bajo). Esto no cuestiona todas las mediciones que se efectuaron con anterioridad con la misma pipeta, sino tan sólo aquéllas cercanas al punto de calibración para el que se obtuvieron resultados anómalos. La pipeta puede utilizarse restringiendo su intervalo de medida o variando el error máximo permitido en función de la escala de medida.

TOLERANCIAS
Para analizar el desempeño de la micropipeta calibrada se pueden comparar los valores de imprecisión e inexactitud (siendo ésta la suma del error relativo % más la incertidumbre expandida relativa %) obtenidos con los declarados por el fabricante (según tipo y modelo de micropipeta). Recordar que en este caso se hace referencia a instrumento nuevo, en óptimo estado de conservación y bajo estricto control de condiciones ambientales.
Table 1: EN/ISO 8655-2 Maximum permissible errors for adjustable volume pipettes
 
Otra alternativa es comparar los valores obtenidos con la siguiente tabla:
 Nominal Volume
μl
Inaccuracy
± %
Imprecision
± %
1
5.0
5.0
2
4.0
2.0
5
2.5
1.5
10
1.2
0.8
20
1.0
0.5
50
1.0
0.4
100
0.8
0.3
200
0.8
0.3
500
0.8
0.3
1000
0.8
0.3
2000
0.8
0.3
5000
0.8
0.3
10000
0.6
0.3

También se pueden comparar los valores obtenidos con los requeridos por la técnica o trabajo en que se emplee el instrumento.

MANTENIMIENTO
Normalmente el mantenimiento consiste en una limpieza a fondo del instrumento, el reemplazo del lubricante del émbolo y una revisión de los o’rings o juntas tóricas.
El mantenimiento indicado por el fabricante (seguir estrictamente las recomendaciones) no altera el estado de calibración, por el contrario, lleva el instrumento al estado en el que se encontraba al momento de ser calibrado.